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Pentecostés

Hechos 2:2-4

2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.

Texto completo de la biblia

Hechos 2:1-13
1 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4 Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. 5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. 6 Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. 7 Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8 ¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? 9 Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, 11 cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12 Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? 13 Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.

Más sobre este cuadro

Cincuenta días después de Pascua se celebra el Pentecostés.
La palabra 'Pentecostés' se deriva del griego 'Pentekoste', que significa 'cincuenta'.
La Fiesta de Pentecostés en el Nuevo Testamento es el cumplimiento de la Fiesta de las Semanas del Antiguo Testamento.
La Fiesta de las Semanas era una fiesta de la cosecha. La Fiesta de la Multiplicación del Trigo: la cosecha del trigo. En este día de alegría se ofrecieron entre otras cosas, dos panes a Dios en el templo de Jerusalén.
Las dos llamadas primicias simbolizaban la cosecha completa. En la pintura son visibles los dos panes.

Después de la muerte de Jesús, Su cuerpo fue ‘sembrado en tierra como grano de trigo’.
Juan 12, versículo 24.

Su resurrección de entre los muertos, la Pascua, es el comienzo de una vida nueva:
la espiga que produce muchos granos de trigo.

1 Corintios 15, versículo 20:
‘Pero ahora, Cristo ha resucitado de entre los muertos, y se ha convertido en las primicias de los que durmieron’.

La resurrección de Jesús es la prueba de que Él ha vencido la muerte y el comienzo de una vida nueva, imperecedera, es decir, eterna.
El derramamiento del Espíritu Santo en el Día de Pentecostés es la culminación de la obra expiatoria de Cristo. Durante la celebración de la fiesta de Pentecostés después de la ascensión de Jesús de repente viene del cielo un sonido como de una poderosa ráfaga de viento: el Espíritu Santo aparece con gran poder. Aparecen lenguas como de fuego. La gente se llena del Espíritu Santo y comienza a hablar en otros idiomas.
Esta llenura del Espíritu Santo es la señal del comienzo de la expansión del Reino de Dios entre todas las naciones.
La señal del fuego indica purificación del creyente.
La multiplicidad de 'lenguas de fuego' indica la multiplicidad de lenguajes.
La señal del viento indica un hablar impulsado por el soplo (ruah/espíritu/pneuma) del Espíritu Santo.
El grupo de seguidores de Jesús que reciba esta señal se multiplicará en una gran multitud que nadie puede contar.
En Apocalipsis 7, versículo 9 leemos que cuando Jesús regrese (la segunda venida), habrá una cosecha completa.

Romanos 8, versículo 11:
‘Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros’.

Véase también:
Isaías 57, versículos 15 al 17.
Jeremías 31, versículo 33.
Ezequiel 36, versículos 26 y 27.
Ezequiel 37, versículos 9 y 10.

La morada del Espíritu Santo
El Espíritu Santo es el 'otro Consolador' (Paráclito, paracleto, intercesor, abogado) que viene a morar en los creyentes después de la ascensión de Jesús, y permanece con ellos por la eternidad.
Juan 14.

El creyente es templo del Espíritu Santo.
1 Corintios 3, versículos 16 y 17.
1 Corintios 6, versículo 19.

El Espíritu Santo trae las palabras de Jesús al corazón.
Juan 14, versículo 26.
Se enfoca en Jesús. Juan 16, versículo 14.

Los creyentes se someten a la guía y la enseñanza del Espíritu Santo.
Él enseña toda la verdad.
Juan 16, versículo 13.

Por el fuego del amor de Dios los creyentes hablan la Palabra de Dios en el mundo.

El Espíritu Santo convence al mundo de pecado, justicia y juicio.
Juan 16, versículo 8

El poder del Espíritu Santo capacita al creyente para luchar contra el pecado, el diablo y el mundo.
Por lo tanto, debe ponerse toda la armadura de Dios.
Efesios 6, versículos 10 al 20.

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