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En ambas parábolas, Jesús habla de invitados que no se presentan, dando todo tipo de excusas.
El anfitrión se enoja y envía a sus sirvientes a las calles y cruces de caminos para invitar al banquete / a la boda a todos los que encuentran: mendigos, malformados, ciegos, paralíticos, malas y buenas personas.
Ambas parábolas pretenden mostrar las diferentes respuestas al evangelio, en la que todos son invitados a venir a Jesús y reconciliarse con Dios.
Muchos invitados tienen una excusa para no venir.
Apocalipsis 19, versículo 9:
‘Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero’.
El Cordero es Jesucristo.
Juan 1, versículo 29 dice:
‘¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!’
La parábola de la gran comida de Lucas 14 se parece a la parábola de la boda real en Mateo 22.
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Parábola de la gran cena
Lucas 14:21-23
21 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. 22 Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. 23 Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.Texto completo de la biblia
Lucas 14:15-2415 Oyendo esto uno de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. 16 Entonces Jesús le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. 17 Y a la hora de la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo está preparado. 18 Y todos a una comenzaron a excusarse. El primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te ruego que me excuses. 19 Otro dijo: He comprado cinco yuntas de bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. 20 Y otro dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. 21 Vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de familia, dijo a su siervo: Ve pronto por las plazas y las calles de la ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos. 22 Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay lugar. 23 Dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. 24 Porque os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados, gustará mi cena.
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En ambas parábolas, Jesús habla de invitados que no se presentan, dando todo tipo de excusas.
El anfitrión se enoja y envía a sus sirvientes a las calles y cruces de caminos para invitar al banquete / a la boda a todos los que encuentran: mendigos, malformados, ciegos, paralíticos, malas y buenas personas.
Ambas parábolas pretenden mostrar las diferentes respuestas al evangelio, en la que todos son invitados a venir a Jesús y reconciliarse con Dios.
Muchos invitados tienen una excusa para no venir.
Apocalipsis 19, versículo 9:
‘Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero’.
El Cordero es Jesucristo.
Juan 1, versículo 29 dice:
‘¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!’