El ángel Gabriel es enviado por Dios a Nazaret. María vive allí. Está prometida a José y es virgen. El ángel le dice que será la madre del Hijo de Dios, Jesús.
María responde con las palabras:
‘He aquí la sierva del Señor, hágase en mí según tu palabra’.
Con esto indica que está disponible para lo que Dios tiene destinado para ella. Un ejemplo de obediencia y entrega a Dios.
Profecías cumplidas del Antiguo Testamento:
Isaías 7, versículo 14:
‘Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí, la virgen concebirá. Ella dará a luz un hijo y llamará su nombre Emanuel.’
Isaías 11, versículos 1 y 2:
‘Porque del tronco cortado de Isaí brotará un vástago, y un retoño de sus raíces dará fruto. Sobre él reposará el Espíritu de Jehová, Espíritu de consejo y de poder, Espíritu de conocimiento y de temor de Jehová.’
Malaquías 3, versículo 1:
‘De repente a Su templo vendrá el Señor que buscáis, el Ángel de la alianza, en Quien halláis vuestro gozo. He aquí que viene, ha dicho Jehová de los ejércitos.’
Isaías 60, versículos 1 al 3:
‘Levántate, sé iluminado, porque llega tu luz, y la gloria de Jehová amanece sobre ti. Porque he aquí, tinieblas cubrirán la tierra, y oscuros nubarrones las naciones, pero sobre ti amanecerá Jehová, y sobre ti será vista Su gloria. Y las naciones irán a tu luz, y los reyes al resplandor de tu aurora.’