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La curación de un leproso

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Marcos 1:40-42

40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquel, y quedó limpio. 

Texto completo de la biblia

Marcos 1:40-42
40 Vino a él un leproso, rogándole; e hincada la rodilla, le dijo: Si quieres, puedes limpiarme. 41 Y Jesús, teniendo misericordia de él, extendió la mano y le tocó, y le dijo: Quiero, sé limpio. 42 Y así que él hubo hablado, al instante la lepra se fue de aquel, y quedó limpio. 

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Durante Su vida en la tierra, Jesús predica sobre el Reino de Dios.
En Marcos 1, versículo 15 se lee lo que Él dice:
‘El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio’.
Jesús llama a la gente a cambiar de opinión y a creer en Jesús como su Salvador.

El Reino de Dios también es visible en las curaciones que realiza Jesús.
Un leproso viene a Él. En esos tiempos, alguien con una enfermedad de la piel estaba impuro a causa de su enfermedad y, por lo tanto, vivía en aislamiento completo. El leproso le ruega a Jesús que lo cure. Jesús lo toca y le dice: ‘¡Lo quiero, sé limpio!’
Debido a que Jesús tiene poder sobre la lepra y la impureza, Él limpia a las personas mientras que no se vuelve impuro.

De las curaciones que hace Jesús, parece que Su salvación afecta a toda la persona, incluido el bienestar físico.


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