Texto corto:
62 "Y Pedro salió y lloró amargamente".
Jesús predijo la negación de Pedro. Se le dirige a él con su viejo nombre Simón. Lucas 22 versículo 31 y 32:
31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;
32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
Al igual que con Job (Job 1 versículo 6 al 12, 2 versículo 1 al 7) Satanás le exige a Dios que él pueda poner a prueba a Pedro para derribarlo. Sólo cuando y en la medida en que Dios
sí lo permite, Satanás puede hacer esto. El objetivo de Satanás es que los discípulos pierdan la fe para poder acusarlos ante Dios.
Sin embargo, ante Satanás, que desea la caída de los discípulos, Jesús se presenta como
su Abogado; “Pero yo he rogado por ti, que tu fe no desfallezca”, etc.
Pedro ha hecho antes la confesión: 'Tú eres el Cristo de Dios', Lucas 9 versículo 20.
Pero ahora Dios permite que Satanás pruebe a Pedro. Por la intercesión de Cristo, sin embargo, la fe de Pedro no desaparecerá en la prueba, más bien será purificada.
Satanás insiste a Pedro a negar a Jesús tres veces. Entonces Jesús se da la vuelta
y lo mira. De repente Pedro se arrepiente profundamente y, saliendo, llora amargamente.
En el cuadro, Pedro desciende las escaleras que conducen a la casa del sumo sacerdote.
Después de su resurrección de entre los muertos, Jesús tiene una conversación con Pedro, en la orilla del Mar de Galilea (Juan 21), en la que Pedro se vuelve a dedicar a Jesús. En esta conversación Jesús se le da la asignación de ser un 'pastor' para las ovejas de Jesús (seguidores).